Los 7 Beneficios de la Amistad con Diosino
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).¿Cuántos de nosotros llevamos muchos años al menos tratando de vivir en amistad con Dios? Sabemos que estar en enemistad con Dios nos trae muy malas consecuencias y estar en amistad con Dios nos brinda grandes beneficios. Vamos a ver un pasaje que nos habla de lo importante que es estar en amistad con Dios. Lo desglosaremos un poco y nos daremos cuenta si los beneficios que la Palabra menciona están de acuerdo a los que nosotros creemos tener cuando somos Sus amigos.
Job capítulo 22 menciona algunos de los beneficios. Versículos 21 al 25 nos hablan de la reacción que experimentan los que han sido beneficiados con Su amistad.
“Vuelve ahora en amistad con Dios y tendrás paz; y la prosperidad vendrá a ti. Toma ahora la ley de su boca y pon sus palabras en tu corazón. Si te vuelves al Omnipotente, serás edificado y alejarás de tu morada la aflicción. Tendrás más oro que tierra: como piedras de arroyo, oro de Ofir. ¡El Todopoderoso será tu oro y tendrás plata en abundancia!” (Job 22:21-25, RVR1995).
Los siete beneficios materiales de amistarte con Dios son:
1) Tendrás paz.
2) La prosperidad vendrá a ti.
3) Serás edificado.
4) Alejarás de tu morada la aflicción.
5) Tendrás más oro que tierra.
6) El Todopoderoso será tu defensa.
7) Tendrás plata en abundancia.
1. Tendrás paz.
Una de las grandes necesidades humanas es la paz interior. ¡Cuántos queremos vivir en paz! La gente dice: Cuando me retire quiero tener mi casita, disfrutar mi pensión y tener paz. Pensamos que la paz es no tener preocupaciones, problemas, la alarma que me levante, meterse en tráfico para ir a trabajar, etc. Eso es lo que para nosotros es paz. Pero la paz de la Biblia no es la externa, sino la interna.
Puedes estar en un ambiente tranquilo y sin embargo no tener paz. Es como la persona que se encuentra en medio de un grupo de personas y se siente solo. Esto nos da a entender que el entorno exterior nada tiene que ver con el interior. La paz interior, por el contrario, en medio de una gran confusión o situaciones adversas, puede mantenernos en calma. La paz de que habla la Biblia es espiritual; es un fruto del Espíritu que el mundo no puede ofrecer. Puedes tener paz en medio de cualquier tormenta, por eso y por muchas razones más, ¡vuelve ahora en amistad con Él, y tendrás paz! Jesús vino para ofrecer paz total al hombre. Las consecuencias por lo cual el mundo no tiene paz es porque está en enemistad con Dios.
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo” (Juan 14:27).
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).
2. La prosperidad vendrá a ti.
La versión Reina-Valera 1997 dice aquí, “Te vendrá bien”. Considero que todo ser humano desea ver el bien en su vida. Pero por dondequiera escuchamos la frase, que el mal predomina sobre el bien. Bíblicamente eso es real, porque por haberse aumentado la maldad, el amor de muchos se enfriaría y por consecuencias le cederían el paso al mal. Pero hay una promesa para los que están amistados con Dios—dice que le vendrá bien y no mal. Esto es la verdadera prosperidad. Dios nos da la seguridad de que cada día traerá algo bueno para nosotros.
“Éste es el día que hizo Jehová; ¡nos gozaremos y alegraremos en él!” (Salmo 118:24).
3. Serás edificado.
La palabra “edificación” guarda una estrecha conexión con la obra que Dios ha emprendido con cada persona que ha sido llamado por Él. Ser edificado es ser perfeccionado y restaurado a la posición deseada por Dios. Para esto el creyente no se puede detener en su proceso de crecimiento espiritual; tiene que seguir hacia delante en busca de la perfección.
Una de las actitudes que define a un sabio es que edifica su casa. Sin embargo, la que definen a los necios es que con sus manos las derriban (Proverbios 14:1). Ser edificado es uno de los resultados de haber entrado en amistad con Él (Job 8:22). La Biblia dice que el amor hacia Dios es la parte más importante para la edificación del creyente.
“El conocimiento envanece, pero el amor edifica” (1 Corintios 8:1b).
4. Alejarás de tu morada la aflicción.
La aflicción es uno de los resultados de vivir en el mundo. De hecho, Jesús dijo que tendremos aflicción. La aflicción es producto de todos los contratiempos que tenemos que enfrentar cotidianamente y que muchas veces no tenemos la solución ni la capacidad para poderlos resolver.
Muchas familias han sido fragmentadas y separadas en base a las salidas fáciles que han tomado en los momentos de aflicción. Los cobardes son aquellos que se dejan persuadir por los problemas y controlar por ellos. Dios ha prometido que nadie nos puede confrontar y ganar porque de Él es la batalla y nuestra es la victoria. Dios nos ha prometido que las aflicciones del justo son muchas, pero de todas ellas nos librará.
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).
5. Tendrás más oro que tierra.
La abundancia de oro representa la riqueza que viven los que están en amistad con Dios. La tierra tipifica las posesiones materiales que el hombre puede adquirir por su esfuerzo y trabajo. Sin embargo, si te das cuenta, verás que el poseer o conquistar todas las propiedades que este mundo nos puede ofrecer, nunca es comparable con la abundante riqueza que Dios te puede brindar.
“El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
6. El Todopoderoso será tu oro.
Aquí la versión de 1977 dice “será tu defensa”. Solamente con saber que nuestro “Todopoderoso” es nuestro Defensor nos da paz y seguridad. Esto significa que no hay poder en todo el universo que le pueda resistir. Es el mismo Todopoderoso que saldrá en tu defensa en cualquiera situación que se levante contra tu vida. A Jeremías le dijo que estaba con él (Jeremías 1:19). David fue muy confiado a la batalla contra Goliat porque sabía la batalla era de Dios (1 Samuel 17:46-47).
No pelees en tus fuerzas. ¡Deja que Él lo haga por ti!
“El caballo se apareja para el día de la batalla, pero Jehová es quien da la victoria” (Proverbios 21:31).
7. Tendrás plata en abundancia.
Una vida de amistad con Dios nos promete seguridad financiera. Aclaremos, la Biblia no dice que si eres amigo de Dios serás millonario. Tampoco dice que nunca tendrás problemas financieros. De hecho, el amistarte con Dios te brinda seguridad de que Él cuidará de tus necesidades.
“Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan” (Salmo 37:25).
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2).
Después de ver estos siete beneficios que obtenemos cuando somos amigos de Dios, pregúntate: ¿Qué me está impidiendo hacerme amigo de Dios? Quizás quieres intentarlo solo. Quizás te han defraudado y no quieres volver a confiar. Quizás piensas que por ser bueno ya eres amigo de Dio. O quizás de niños aprendimos que todos somos hijos de Dios y Él nos ama a todos.
Él nos ama a todos y somos Sus criaturas. Pero para ser Sus hijos, tenemos que reconocerlo como Padre. Tenemos que aceptarlo como nuestro Salvador personal y decirle que nos perdone las cosas que hemos hecho mal. Hay que pedirle que nos limpie con Su sangre preciosa y que escriba nuestros nombres en el libro de la vida. Fíjate todo lo que tiene que ocurrir para amistarte con Dios. Es muy sencillo, pero conlleva algunos pasos; no es automático. Por esto, Jesús vino a morir en la cruz.